Te sentí cuando apenas no existías.
Llegaste llamando suavemente.
Con delicadeza te asomaste,
y con decisión después insistías.
En breves instantes conseguiste
mi respiración entrecortada
y que mi corazón se acelerara.
Te atreviste a salir y caminar.
Recorriste no sólo mi cara sino mi alma.
Sentí dolor y alivio
Sentí tu sabor y significado.
Sí, fui yo quien te llamó.
Todavía no sé porqué.
Eras mi sentimiento
y me mostrarte el camino.
Sentimiento de alegría, de pena, de melancolía, de admiración, de tantas cosas contradictorias.
Qué más da.
Sólo eras una lágrima.
Pero ……mi lágrima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario